nuestro origen
Naluna comenzó con una pregunta simple:
¿Por qué las pinzas de cabello todavía se clavan en el cuero cabelludo, se rompen en pocos meses y se resbalan a mitad del día?
Lo que empezó como quejas pasajeras se volvió una obsesión: arreglar lo que nadie más estaba arreglando. Probamos docenas de pinzas baratas, de moda, incluso “de lujo” y todas nos dejaron con los mismos problemas: se resbalaban, se rompían y eran incómodas.
Así que empezamos desde cero. Nos respaldamos con un equipo de ingenieros que ha trabajado junto a algunas de las empresas más grandes de Corea. El resultado: no es un accesorio de cabello común.
tenemos una misión.
PILAR #1
tu primero, siempre.
Fundamos Naluna pensando en ti, y eso no ha cambiado.
Desde nuestro primer prototipo hasta cada decisión que tomamos hoy, siempre ponemos a nuestras clientas en primer lugar.
Tu comodidad, retroalimentación y experiencia guían todo lo que hacemos.
PILAR #2
I+D obsesivo.
La investigación y el desarrollo están en el corazón de todo lo que hacemos.
No estamos aquí para seguir tendencias, sino para superarlas.
Desde los materiales hasta la mecánica, probamos, refinamos y llevamos los límites al máximo para traer innovación real a un espacio que había sido ignorado por demasiado tiempo.
PILAR #3
hecho de manera ética.
Cada pinza se fabrica en Corea del Sur bajo condiciones éticas, utilizando materiales de alta calidad y manos expertas.
Sin materiales tóxicos. Sin atajos. Solo un diseño pensado, una fabricación responsable y accesorios creados para quedarse en tu vida, no para terminar en un vertedero.
un mensaje de las fundadoras.
No solo queríamos hacer algo mejor; queríamos hacer algo que se sintiera correcto.
Si alguna vez te quitaste la pinza apenas llegaste a casa, o evitaste usar una en un viaje largo, hicimos esto para ti.
Gracias por estar aquí. No podemos esperar a que pruebes la Sky Clip de Naluna.
Con cariño,
B & T
Cofundadoras, naluna
¿lista para sentir la diferencia?
¿Cansada de los pellizcos y quiebres? Tu cabello merece algo mejor.